21 de junio de 2014

Un simple sueño

Era la favorita de muchas que habían pasado por aquí. Un día, me enseñaron a crear un veneno muy fuerte, podía asfixiarte en solo unos segundos. Cada chica que por ahí pasaba terminaba siendo asesinada por mí o por mi superior, simplemente por ir contra la organización o porque a mi superior no le agradaba de la noche a la mañana.

Un día cuya fecha no recuerdo, me encontré a mi superior con una chica nueva mirándome mientras dormía, al abrir los ojos me ofrecieron beber un líquido blanco; al acercarlo a mi nariz el olor era amargo y nauseabundo, el mismo a aquel veneno que alguna vez me enseñaron a hacer. Hice la mímica de beberlo y morir al poco tiempo mientras veía como mi superior, a quien le había tomado afecto, se volvía cariñoso en exceso con la nueva chica. De la noche a la mañana había sido sustituida.

Cuando estos terminaron y abandonaron la habitación, dejando mi cuerpo supuestamente sin vida, me reincorporé rápidamente y cargué más de ese veneno entre otras cosas para huir de ese lugar antes de que me asesinasen otra vez.

No tuve que esperar mucho tiempo desde que salí de la habitación para encontrarme con la nueva muñeca de mi superior y con éste también. Él soltó grandes carcajadas al verme, como si se hubiera sorprendido al verme, inmediatamente la nueva muñeca se lanzó a matarme, sin embargo conseguí asesinarla de un simple golpe. Mi superior se acercó a intentarlo y le lancé un poco del veneno a la cara, dejándolo fuera de sí durante un tiempo. Aproveché para escapar y enconderme en casa de una “familia”.

Al llegar a aquella casita no hicieron más que mirarme de arriba a abajo ya que esta “familia” estaba compuesta por algunas muñecas que consiguieron escapar y por un chico que alguna vez fue un superior pero se reveló ante aquella organización de asesinos. En otros tiempos, había sido yo quien los perseguía para matarlos, conseguí acabar con muchos de ellos por lo que en esa “familia” me odiaban más de diez.

El chico me enseñó la casa y me asignó una habitación. Algunas muñecas me miraban con asco, otras simplemente no me conocían y me ignoraban.

El antiguo superior se sentó en mi cama para que yo explicara el motivo de mi presencia allí, tras unas largas horas de charla se levantó de mi cama y salió por la puerta sin decir nada.

Llegó una nueva noche, en una casa nueva, con gente que ignoraba mi presencia y con otras que la detestaban. Me senté en aquella larga mesa a cenar junto a todos. El chico en la punta, como si fuera un verdadero superior, se puso en pié y todas las antiguas muñecas callaron, en el absoluto silencio comentó mi llegada a la “familia”. No reaccionaron ante la noticia y siguieron comiendo en silencio.

Sobre las 3 de la madrugada irrumpieron bruscamente en la casa buscándome. A mi habitación entraron rápidamente el antiguo superior o solo cuatro antiguas muñecas, me levantaron y salimos por la ventana muy rápido.

El chico no paraba de decir que debíamos encontrar un lugar donde comprar nueva ropa, comida y otro tipo de víveres para escondernos en otro lugar y pasar desapercibidos.
Encontramos abierto un supermercado nocturno. Entramos y cuando teníamos todo en el carro de la compra, por las puertas de cristal que rodeaba las partes delantera y trasera del supermercado vimos un cúmulo de gente vestidas de traje negro junto a varias muñecas con sus trajes ajustados, buscándonos. Ninguno de nosotros reconocía la cara de ellos por lo que dedujimos que si nos comportábamos, individualmente, como personas normales no nos reconocerían ya que nuestras caras solo las conocen nuestros respectivos superiores y las muñecas que éste tenía.

Separamos las cosas del carrito y nos dispusimos a pagarlas cuando en la cara de cada uno se nos plantan diferentes hombres trajeados preguntándonos por nosotros, con una sonrisa todos respondíamos que no, sin embargo seguían persiguiéndonos por los pasillos del supermercado.

Al ver que no podíamos salir de manera normal decidimos colarnos, uno a uno, por la puerta de empleados y luego por los conductos de ventilación. Nos colamos todas las ex-muñecas y el chico se quedó pululando por el supermercado para salir por la puerta sin llamar la atención.

Los hombres trajeados no tardaron en darse cuenta que las chicas que habían sido interrogadas repentinamente desaparecieron por lo que entraron en todos los rincones del supermercado sin dejarse ninguno. De mis bolsillos cayó algo metálico y golpeó los conductos, poniendo en alerta a todos esos gorilas trajeados.
En cada conducto había una falsa abertura que usamos las cinco para escondernos durante un largo tiempo, hasta que no oímos más ajetreo en los conductos y verificamos que la tienda ya estaba cerrada y no había nadie dentro.

Conseguimos salir del supermercado y pudimos reunirnos con el antiguo superior. No pude hacer más que sentirme avergonzada, disculparme y alejarme de ellos. Decidí hacer frente a la organización y a mi antiguo superior yo sola, aunque esto significara mi muerte.
Volví a la que había sido mi cede antes de que decidieran asesinarme y allí me encontré a mi superior con otras dos chicas una ciega con un oído muy fino y otra sorda con un olfato como el de un canino.

El superior me aplaudió, se acercó a mí y acarició mí cabello. Se alejó y mandó a sus dos nuevas muñecas a atacarme, me golpearon hasta dejarme en el suelo casi al borde de la muerte, donde volví a aparentar estar muerta para poder vengarme como correspondía.
El teléfono del superior sonó y las muñecas dejaron de golpearme, al descuido de los tres abrí los ojos y los amarré rápidamente dejándolos totalmente inmovilizados, como me habían enseñando en los viejos tiempos. Mi superior halagó todas mis cualidades como muñeca y cedió a beber el veneno que estaba poniendo en sus labios muriendo en solo unos pocos segundos. A las otras dos muñecas se los inyecté en el cuello.

Finalmente salí de esa habitación donde había pasado tantos días de mi vida, disponiéndome a empezar una nueva desde cero. No sin antes estallar todo ese lugar dejando todos mis recuerdos y evidencia de que alguna vez fui una muñeca en manos del fuego.
Fin

Este es uno de mis tantos sueños ¿a qué mola? Y más aún si está bien redactado.
Como hace mucho que no actualizo y no sabía sobre qué escribir, decidí relatarles el más reciente de los sueños que mi cerebro tejió está noche para mí.
Aquí acaba la entrada!
Ba-bye!!

ZoeAkari

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